5 estrategias para fomentar la responsabilidad en los niños

Cuando era pequeña, mis padres trataron de fomentar en mí el sentimiento de responsabilidad asignándome tareas domésticas. Es algo bastante común, puesto que, lógicamente, si haces responsable a alguien de alguna tarea, ese alguien responderá sintiéndose responsable de que dicha tarea salga adelante con éxito y no cejará en su empeño hasta que no cumpla el objetivo.

¿Seguro?

Pues yo siempre he odiado las tareas domésticas, especialmente las que me asignaron desde pequeña, y no creo que fomentaran demasiado mi responsabilidad, puesto que las hacía porque me obligaban, no porque me sintiera responsable de nada.

En mi opinión, las obligaciones hacen que las tareas se realicen sin ganas, así que, personalmente, las utilizaría con mucha cautela, y siempre que fuera posible las sustituiría (o al menos las disfrazaría) por la toma de decisiones y sus correspondientes consecuencias.

Esto queda muy bonito sobre la teoría, pero ¿cómo llevarlo a la práctica? Hoy os traigo 5 estrategias para fomentar la responsabilidad en los niños.

1. Dejarles a cargo de una planta o un pequeño animal

Si han de tener una tarea obligatoria, que sea algo que les guste, que les llame la atención, que les haga sentir orgullosos. Hacerse cargo de una planta (o unas cuantas, o un pequeño jardín), o incluso de un pequeño animal (como una tortuga o un pez al principio, y animales con necesidades mayores más adelante), les encantará. Serán conscientes de que se trata de seres más pequeños que ellos, y que necesitan de su ayuda para vivir. Y claro, si no cumplen con esa tarea, nadie les va a regañar, sino que su «protegido» vivirá en condiciones penosas. Valorarán así las consecuencias que tienen sus actos, o más bien sus «no actos».

Papá, Tomasa me ha sonreído, yo creo que ya me quiere

Tener una mascota o cuidar una planta fomentará también su respeto por la naturaleza, estimulará su afectividad (para ellos será un amigo más), y contribuirá a la natural disminución del egocentrismo en los más pequeños, puesto que tienen que ponerse en el lugar de su mascota para poder responder a sus necesidades. Además, el cuidado de mascotas conlleva cierta rutina que les proporcionará seguridad y les ayudará a que estructuren el tiempo en su pensamiento.

2. Su habitación es cosa suya

En la línea de no proporcionar obligaciones sino ocasiones de demostrarles las consecuencias de sus decisiones, podemos dejarles a cargo de su propia habitación. Los papás no la limpiarán, ni ordenarán, ni se preocuparán por que él lo haga. Si la habitación está desordenada, perderán unas cosas y no encontrarán otras tantas. Si la habitación está sucia probablemente no se sientan a gusto en ella o incluso les dará vergüenza que otras personas la vean. Si no les obligamos a que ordenen ni limpien, no generamos un rechazo hacia estas actividades. Y si han de aprender a mantener su habitación limpia y ordenada, desde luego repercutirá muy positivamente en su autonomía.

¿¿¿¿Dónde está mi tortuga???? xD

Eso sí, es muy lícito que les enseñemos a realizar las tareas de la casa y que les pidamos ayuda para hacerlas, y sobre todo que vean, de primera mano, que se trata de una tarea que pueden hacer tanto mujeres como hombres.

Tampoco esperemos un orden total…

3. Dejar que ellos elijan en ciertos ámbitos

Los niños pueden elegir cosas en muy pocas ocasiones. Como mucho les damos un par de opciones, pero prácticamente nunca son libres de elegir lo que quieran. Pues deberíamos hacerlo en ámbitos en los que ellos mismos puedan regularse. Por ejemplo la ropa. Sí, la ropa. Nadie mejor que ellos conoce su propio cuerpo y sabe cuándo tienen frío o calor. Además es una vía muy corta para comprobar el éxito o el fracaso de sus propias decisiones, por lo que, sobre todo a edades tempranas, podrán establecer relaciones causa-consecuencia con mayor facilidad que si la consecuencia está muy apartada en el tiempo de la causa.

Mi mamá dice que ya estoy preparado para el invierno de Valencia (20 grados a mediodía)

Por supuesto, esto también ayudará en su autonomía, sobre todo si les facilitamos la tarea poniéndoles la ropa a su altura. Y sí, habrán algunos modelos imposibles, pero probablemente así también estemos fomentando la elección de su personalidad propia.

Mamá, ya estamos listos para ir al cole

4. Negociar con ellos y llegar a acuerdos

Si en lugar de obligar, damos opciones para que elijan, o directamente exponemos lo que nos gustaría que hicieran, debatimos y negociamos tanto los matices y detalles como las cosas más profundas, y llegamos a un acuerdo con ellos, probablemente verán esas tareas y esas responsabilidades del tipo que sean más suyas, más legítimas, menos ajenas, menos impuestas.

De paso, trabajamos la capacidad de diálogo, la expresión de sentimientos, la capacidad de escuchar, de argumentar, de empatía…

5. Pequeña asignación económica

La verdad es que suena muy capitalista, pero es que vivimos en el sistema que vivimos, y hemos de aprender a vivir en el mismo, estemos o no de acuerdo o no con él.

Así que una parte importante de la responsabilidad tendrá que ver con la economía. A partir de los 6 – 7 años podemos comprarles una hucha y asignarles una pequeña paga. Lo ideal es que, aunque controlemos lo que hacen con el dinero, tengan libertad para gastarlo cuando y como quieran. Sí, al principio lo gastarán prácticamente sin dar tiempo a depositarlo en la hucha, pero poco a poco se irán dando cuenta de que si quieren comprar cosas más caras, necesitan ahorrar.

¡Esto a la hucha y el resto para chuches!

Una práctica muy positiva al respecto sería llevar las cuentas en una pequeña libreta. No sólo entrenarán sus capacidades matemáticas, sino que además se darán cuenta de lo que podrían llevar ahorrado si no hubieran gastado tanto en cosas que no necesitan. Así, irán poco a poco comprendiendo y ajustando el valor del dinero.

Y hasta aquí las estrategias que considero útiles para fomentar la responsabilidad en los niños. ¿Qué te parecen? ¿Te animas a ponerlas en práctica? ¿Utilizas alguna otra? Cuéntanoslo, ¡nos interesa mucho! ;)

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11 pensamientos en “5 estrategias para fomentar la responsabilidad en los niños

  1. Interesantes!! Pero en mi caso, la primera… pobre animal… acabaría escuálido al mes!! Si al caga tió (personaje navideño inerte de cataluña con forma de tronco) le tenía que poner comida porque me daba penita…Pero si que utilizamos casi el resto que propones. Totalmente identificada con la imagen de «vestidas para ir al cole»!! Si no lo hacen ahora, luego quizás ya no quieran!!
    Y muerta de risa con la foto que acompaña al texto : Mi mamá dice que ya estoy preparado para el invierno de Valencia (20 grados a mediodía). Tan cuál!!!
    Camino difícil pero hay que caminarlo!!
    Un abrazo!!

  2. Jajajaja! Si es que lo de «abrígate que tengo frío» no falla!y lo del animalito… ya, es típico, pero si no ahora mismo pues un poquito más adelante… porque yo creo que vale la pena! Por cierto, yo también hacía el cagatió de pequeña (una pequeña parte de mi familia paterna procede de Lleida), pero sólo le dábamos de comer ese mismo día! Creo que nuestra versión era un pocorara xD un beso y a seguir jugando! ;)

  3. El cuidado de animales lo tendremos que introducir más adelante con nuestras gatas, aunque poco a poco empiezan a estar más pendientes de la comida de ellas… Todo llegará, de momento supervisamos!! Y en vuestra casa harías la versión minimizada del caga tió!! Lo importante es la tradición!!
    Otro beso y que el juego no pare ;)

  4. Pingback: “El cerebro del niño ” (II): estrategias 3, 4 y 5. | Entre Actividades Infantiles

  5. Estoy de acuerdo contigo; mejor que las obligaciones, toma de decisiones y responsabilizarse de las consecuencias. Me da la sensación de que no tenemos que comernos la cabeza buscando cómo hacerles responsables, porque ellos mismos se van buscando las responsabilidades: vestirse, querer una mascota, querer dinero para comprarse chuches…
    Eso sí, yo creo que la edad a la que pueden hacerse cargo de un animal no es muy temprana, supongo que mínimo 6, y con ayuda. Si no, pobrecito animal…
    Y lo de la paga lo hemos probado con nuestro hijo de 5 y medio y por ahora me parece que le ha venido un poco grande.
    ¡Un saludo!

  6. Está claro que cada niño es un mundo, aunque a veces también es verdad que somos los adultos los que nos creamos unas expectativas poco realistas, verdad? Sí, probablemente le venga todavía grande, pero ya le estás preparando para cuando tenga que tener responsabilidad… no sé si me explico! jajaja Un beso y muchas gracias por comentar :)

  7. Pingback: No a los deberes aburridos, sin sentido, repetitivos y poco estimulantes | Entre Actividades Infantiles

  8. Con un poco de retraso, pero estaba releyendo esto ya que has enlazado en el de hoy, y quería añadir una cosa que seguramente te pareció evidente y por eso no lo añadiste. Sobre dejar a los niños decidir, me parece bien. Por ejemplo aquí eligen qué comer (por ejemplo que fiambre se ponen en la tostada o cuanta cantidad de arroz quieren) y también eligen qué ropa ponerse y en general la mayoría de cosas del día a día. Cuando llegué me pareció estupendo. Oh, qué bien que los niños toman sus decisiones y los padres respetan lo que ellos deciden…
    Sin embargo con el tiempo me he dado cuenta de que los niños elijen sólo cuando a los padres les viene bien y lo peor de todo, no hay consecuencias a sus decisiones. Por ejemplo ellos deciden la comida, pero luego muchas veces ni siquiera se la comen o les preguntan qué quieren cenar, lo eligen ellos, y al momento de cenar ya no quieren eso sino otra cosa. Creo que para que la estrategia de dejarles decidir funcione también habría que ser un poco estrictos en el momento que han tomado cierta decisión para que vean que si deciden algo, tiene unas consecuencias. (Si deciden que quieren sopa de tomate, después de comprarla y cocinarla, toca comerla, no se puede tirar, no sé si me explico)
    En fin, esto es lo q pasa en esta familia, lo comparto por si algún papá, mamá o profe lee los comentarios y se ve reflejado, que muchas veces no nos damos cuenta de que no sólo es dejarles decidir sino que la parte importante de las decisiones viene también después con las consecuencias.

  9. Claro que sí, @IchMiriam! No tiene mucho sentido que les dejemos tomar decisiones para fomentar su responsabilidad, y que sin embargo no vean las consecuencias de esas decisiones. Pero, claro, es mucho más fácil cambiar la elección que escuchar protestas….
    Gracias por tu apunte, porque es realmente importante :)

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