En septiembre empecé una serie de entradas dedicadas a la filosofía Montessori para contar a grandes rasgos qué había aprendido y qué pensaba al respecto. Hasta ahora van sólo dos entradas al respecto, en las que he hablado de las fases de desarrollo del niño, la menta absorbente y los periodos sensitivos. Hoy por fin publico la tercera parte de esta serie (que por cierto será larga), que versará sobre las tendencias humanas, la normalización, y el papel del maestro. Lo que sé sobre esta filosfía educativa es gracias a un seminario y lo que he aprendido leyendo artículos y blogs, así que no soy ninguna experta, pero creo que de esta manera pongo un poco de orden en mis pensamientos y puede que le sea útil a alguien ;)
Además ahora estoy leyendo «El método de la pedagogía científica«, de la propia María Montessori y he de decir que me está gustando bastante. El inicio es bastante cañero e irónico, algo que me sorprendió muy gratamente. Si queréis haceros con un ejemplar, en Amazon está disponible tanto físico como para Kindle, una opción (la mía, por cierto) bastante más barata. Si necesitáis ayuda para meter el libro en vuestro lector electrónico, no dudéis en preguntar, que aquí hay una pequeña hacker jajajajajaja ;)

LAS TENDENCIAS HUMANAS
Montessori basa su teoría en las tendencias humanas, que son las necesidades básicas que componen el comportamiento del ser humano, cualquiera que sea el origen de su cultura, raza, religión o posición social. Podríamos verlas como las distintas formas en que la mente se predispone al aprendizaje. Estas tendencias, de hecho, han hecho posible todo el progreso que ha conseguido el ser humano.

Se trata de predisposiciones innatas, universales, inevitables, y útiles, ya que gracias a ellas nos adaptamos al mundo y refinamos habilidades, entre otras muchas cosas.
Debemos entenderlas y tratarlas como potencialidades, porque el niño las desarrollará si recibe una serie de impresiones y vive experiencias significativas. Como os podéis imaginar, nuestro trabajo es proporcionárselas.
Las tendencias que describió son las de la orientación, el orden, la exploración, el autocontrol, la autoperfección, la repetición, la imaginación, la abstracción, la conceptualización, el trabajo, la manipulación, el movimiento, la perfección, la comunicación y el pensamiento matemático.
Si podemos llevarlos a cabo, seremos personas felices, con alta autoestima y podremos llegar a la autorrealización como personas, así que es evidente que estas tendencias deben tener vía libre en el día a día de nuestros peques.
LA NORMALIZACIÓN
La normalización es un concepto que en principio puede llevar a equívoco. Yo no quiero que mis alumnos sean «normales», no quiero enseñarles a ser como la sociedad espera que sean para que les pongan esa etiqueta que en principio me parece tan fea, sino que más bien quiero que cada uno tenga sus peculiaridades, que tengan pensamiento propio, que sean críticos con todo lo que les rodea. Pero estoy segura de que María Montessori no quería este tipo de normalización para ningún niño.
Para ella, la normalización era el proceso que lleva a las capacidades de focalizar la atención, de maneraner la concentración y de independencia. De hecho, estos tres objetivos deben alcanzarse como proceso voluntario del propio niño. No podemos obligarles, hay que ofrecer posibilidades u oportunidades para que lo hagan ellos mismos.
El trabajo con niños de 0-6 años se basa fundamentalmente en este objetivo del niño normalizado, porque es como la base del desarrollo, y si no son capaces de ello, no podrán seguir desarrollándose.
¿A que ahora suena a todo lo contrario de lo que has pensado al leer «normalización«? :P
EL MAESTRO/A
El maestro Montessori es el guía, que en la mayoría de ocasiones trabaja junto al asistente.
El guía debe estar formado y acreditado oficialmente, y su formación contendrá:
- Formación teórica, que será la base sobre la que resolveremos las dudas de la práctica.
- Formación práctica, que se basa sobre todo en la observación (hablaré de ella más adelante, pero ya aviso que es más importante y compleja de lo que parece)
- Y formación «espiritual», que se refiere al desarrollo de la filosofía Montessori en sí, porque es necesario desarrollar la paciencia, la capacidad de observación, el autocontrol para no intervenir más de lo necesario, la confianza en la capacidad de desarrollo del ser humano, para aceptar los diferentes ritmos, y un largo etcétera.
Probablemente esa tercera parte de la formación del maestro Montessori sea la más importante de todas, porque la actitud del maestro lo es todo. Es así porque su rol principal es observar, y cualquiera que haya trabajado con niños sabrá que es muy difícil no intervenir en cada momento. El maestro Montessori tiene muy claro que cualquier ayuda innecesaria es un obtáculo para el desarrollo del niño, por lo que la clave está en permitir un gran espacio para que el niño pida ayuda si realmente la necesita, y no intervenir prematuramente.

El maestro Montessori habla poco (si veis presentaciones en YouTube, notaréis que la palabra es muy escasa) y permite que la comunicación sea equilibrada, porque el niño no está en un escalón por debajo del adulto, sino más bien a la misma altura. Ofrece experiencias y materiales, realiza presentaciones cuando es necesario, pero fundamentalmente su trabajo es observar el trabajo de los niños, para saber en qué momento se encuentra, para valorar si los materiales ofrecidos son los adecuados, si debe aumentar la dificultad o si por el contrario todavía no es el momento de realizar cierta actividad. El niño tiene que saber que está ahí, pero para nada ha de intentar ser omnipresente. Por supuesto, eso es posible única y exclusivamente si se ha trabajado desde el inicio la autonomía y se le ha dado la importancia que se le da en las escuelas Montessori.
Personalmente, admiro a estos profesionales. Las presentaciones que realizan son casi mágicas, toda su actitud va acorde con la filosofía. Reciben un entrenamiento muy concreto y no podemos ser como ellos en casa ni en el colegio sin pasar por él, pero sí que creo que es recomendable que aprendamos a observar más, a permitir el error, a intervenir menos, a ser más ejemplo para nuestros alumnos. No tengo planteado hacerme guía en los próximos años, pero sí que me parece un buen modelo a seguir, cada uno en la medida de sus posibilidades y circunstancias.
Si algo no me acaba de gustar en el universo de los guías es el hecho de referirse a la formación del asistente como «darles unas pinceladas de la filosofía y entrenarlos fundamentalmente en la observación, porque cuanto más sepan, más querrán intervenir en el trabajo del guía». Me da la sensación de que los menosprecian un poco, pero bueno, es sólo una apeciación propia y además a partir de un par de intervenciones de personas concretas, así que no sería muy justo generalizar.
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Ojalá la enseñanza en general se basara en este respeto. En potenciar lo que cada persona lleva en sí.
En cuanto a la frase del final, “darles unas pinceladas de la filosofía y entrenarlos fundamentalmente en la observación, porque cuanto más sepan, más querrán intervenir en el trabajo del guía”, yo optaría por leerla sin la última «l», entonces cambia por completo la frase:
“Darles unas pinceladas de la filosofía y entrenarlos fundamentalmente en la observación, porque cuanto más sepan, más querrán intervenir en el trabajo DE guía”
Al leerla así, lo que se interpreta es que lo que verán les gustará tanto, que estarán deseando ser ellos mismo guías ;) ¡Lo que puede hacer una simple letra! :D :D :D
@Martes de cuento Mentiría si te dijera que esa no era mi intención… pero me gusta tu perspectiva, y espero de todo corazón que sea la correcta. ¿Sabes? También me gusta pensar que si una simple letra puede hacer un cambio tan radical en el sentido de una frase, ¿qué no podremos hacer nosotros para cambiar la educación y el mundo entero? Ays, habrá que ponerse manos a la obra… ¡Un abrazo y gracias por pasarte! :)
¡Ya lo estamos cambiando! Solo por poner en común esperanzas y sueños, tender puentes con las letras y abrir caminos con opiniones propias, ya hay algo que empieza a ponerse en marcha ;)