Enseñar a contar hasta 20 en inglés es fácil si cuentas con una canción divertida. Hace tiempo que utilizo una que vale la pena incluso aunque al principio parezca difícil y rapidísima, sobre todo a partir del 10.
Este vídeo de Dream English, con mi amigo Mat como protagonista (ya he dicho alguna vez que me parece un panoli pero a los niños les flipa), contiene una parte muy divertida después de contar hasta 20 en la que se invita a los niños a saltar y dar vueltas, de manera que no se frustran al ver que no llegan a poder cantar todos los números, sino que les parece muy divertido, y en pocas visualizaciones incluso la mayoría de los niños de 4 años puede contar hasta 20 en inglés (evidentemente, con algún que otro gazapo, pero tampoco es algo que me quite el sueño).
Pero claro, una cosa es conocer la secuencia contadora y recitarla a la perfección, y otra cosa es separar esa secuencia en números independientes, y eso que no hablamos de establecer correspondencias número – cantidad.
Para practicar la separación de la secuencia en números independientes, una actividad que hago a menudo es sentarnos en círculo y decir cada uno un número hasta llegar al número objetivo (que varía según edad y habilidad), de manera que además deben permanecer atentos a lo que digan sus compañeros, porque si no la secuencia se para o directamente les salta. Les gusta mucho hacerlo, siempre acaban poniendo voces para hacer reír a los compañeros, sobre todo los de 5 años, y es muy gracioso comprobar cómo al principio les cuesta mucho no verbalizar toda la secuencia ellos mismos y en voz alta, porque si no no saben seguir.
Quien dice el último número tiene el privilegio de elegir a quien quiera de todos los presentes para darle un beso, y es muy interesante observar sus reacciones ante tal premisa.
No tener una tutoría a veces también tiene sus ventajas (quien no se consuela es porque no quiere), y es que tener grupos de diferentes niveles te da la posibilidad de ver la evolución de la mente infantil casi «en un solo vistazo», de manera que se hacen evidentes algunas cosas más claramente que si se hace un seguimiento a lo largo del tiempo. La perspectiva es bien diferente.
Siempre y en todos los niveles hay excepciones, pero por lo general con 3 años, poder darle un beso a quien quieran así porque sí les parece el privilegio más maravilloso del mundo (como si no pudieran hacerlo en el momento que quieran xD). Todos quieren ser besados y les cuesta elegir a quien dar un beso. Es precioso ver las reacciones ante los besos porque son caras de alegría totales, realmente lo disfrutan. Y basta que alguien apunte que cierto niño está hoy triste para que haya unos cuantos que le prometan su beso «si ganan», porque para ellos es un trofeo. Con ellos es difícil contenerse y no hacer cuentas para que le toque besar a Fulanito, porque lo está deseando :)
Con los grupos de 4 años, en general hay buenas reacciones también, aunque les hace más ilusión «ganar» que utilizar su privilegio de besar a alguien. Empiezan a tener la fiebre de la competitividad.
Y algo que se ve muy muy claramente en los grupos de 5 años es la diferencia entre los chicos y las chicas. En general, las chicas están deseando que les toque dar un beso, y las ves intentando contar más rápido que sus compañeros para comprobar si van a tener dicho privilegio o si por el contrario le toca al vecino y tienen que ponerle cara de «mi mejilla es el mejor lugar del mundo mundial para dejar tu beso», además de tener muy muy claro a quién besarán en caso de resultar afortunadas, puesto que ya tienen sus mejores amigas.
Pero, aunque sigue habiendo chicos que disfrutan del juego, ya no son la mayoría. A algunos les da vergüenza, otros se ven un poco cohibidos por sus compañeros, y otros tenían ganas de ser los «privilegiados», pero en cuanto les toca se dan cuenta de que no quieren dar un beso a nadie, alegando incluso que les da asco. Evidentemente no les obligo, los besos son cosas demasiado íntimas que no tenemos por qué dar a cualquiera, si acaso les pregunto por qué, aunque normalmente no me contestan nada (que a mí me parezca) coherente, y les sugiero que pueden darse un beso a sí mismos porque también es importante quererse.
¿No os llama la atención cómo influye la sociedad y sus valores patriarcales y de perpetuación de los roles de género en niños tan pequeños? A mí sí, y mucho, es algo que me entristece. No me cabe duda de que besar y ser besados, sobre todo por personas a quienes apreciamos como suele ocurrir entre compañeros de clase y más todavía en infantil, es placentero, libera endorfinas en nuestro cerebro y nos hace felices, así que el hecho de que los niños, por el mero hecho de ser varones, se alejen de este placer me parece una auténtica pena.
Afortunadamente suelo acabar el juego llena de besos (además, yo les doy un beso a cada uno, si quieren, cuando me toca a mí), así que se dulcifica un poco ese sabor amargo que me deja el hecho de analizar estas diferencias entre chicos y chicas.
¿Os parece algo a analizar profundamente y tratar de modificar o más bien algo natural a lo que no tiene mucho sentido sacar punta?