Libros Chulos: ¡El lobo no nos morderá! (y otros de Emily Gravett)

Si no conocéis a Emily Gravett, os diré que es una autora e ilustradora de libros infantiles que tiene mucha fama y además muy justificada. Todos sus libros tienen diferentes animales como protagonistas: monos, ratones, camaleones, perros, gatos, cerdos, conejos, y hasta suricatos y dragones!

Tal vez la única excepción sea «Cave baby«, que sinceramente no tengo ni idea de si está siquiera editado en español, y que es excepción también en cuanto a que es el único libro en el que no participa como autora (en este caso lo es la siempre genial Julia Donaldson) sino sólo como ilustradora.

Además de unas ilustraciones preciosas, todos los libros que conozco de esta autora tienen finales sorprendentes, y quizás es lo que más me atrae de esta mujer…

Pues bien, vi que la editorial Picarona ha editado este otoño uno de sus libros que todavía no estaban editados en español: «¡El lobo no nos morderá!»; y no he podido resistirme a hacerle una reseña.

La historia es un poco el mundo al revés, porque en esta ocasión son 3 cerditos los que han atrapado a un lobo.

Lo han hecho para utilizarlo en el circo, enseñando al público, que en este caso somos nosotros, los lectores, que le pueden hacer mil perrerías, que el lobo no les va a atacar. Al pobre lobo le hacen de todo: le visten de manera ridícula, se suben encima, lo lanzan por los aires y hasta le lanzan cuchillos y lo cortan en dos mitades.

El lobo ni dice ni mu, y los cerditos se jactan de que el lobo no los muerde de ninguna de las maneras, por mucho que le molesten. Hasta que le ponen las cabezas dentro de la boca, puesto que de repente es el lobo quien persigue a los cerditos.

Las bonitas ilustraciones sobre fondo blanco muestran todas las cosas que le van haciendo al lobo, de manera que me han venido genial para poder contarlo tranquilamente en inglés, puesto que sabía que los niños iban a entender todo lo que les estaba diciendo. Además, me encanta cuando las páginas de guarda están bien cuidadas y además aportan algo intersante, como es el caso:

Pero más bonito todavía es ver las reacciones de los niños y cómo éstas van evolucionando a lo largo de la historia… Al principio se impresionan de que sean los cerditos quienes retengan al lobo, se preguntan entre ellos cómo puede haber ocurrido, y empiezan a pensar que no es la historia de los tres cerditos que conocen, como creían que era por la portada. Luego les hace gracia lo que le van haciendo al lobo, porque son cosas como «sin importancia», pero ya cuando ven que lo lanzan por los aires con un cañón y que lo cortan en dos, sus caritas empiezan a cambiar. Como todo el rato les estoy diciendo que el lobo no les va a morder, ellos creen que la estructura se va a repetir hasta el infinito y más allá, por lo que cuando ven al final que el lobo se ha cansado de ser la víctima de la historia, les supone una gran sorpresa, y la reciben, en general, riéndose a carcajadas.

Y es el momento de reflexionar. «¿El lobo es bueno o malo?«. La mayoría dirá que malo, aunque para algunos será bueno. Se han quedado con la última información que tienen sobre el lobo, todavía no tienen muy desarrollada la capacidad de valorar globalmente la situación. Pero entonces, «¿Era malo al principio o al final de la historia?«. Al final, por supuesto, lo tienen claro. «Y al principio también era malo o más bien bueno?«. ¡Era bueno! Y lo dicen como si lo acabaran de recordar xD «Vale, si al principio era bueno y al final era malo, ¿qué es lo que ha pasado?«. Y de repente lo ven claro: los cerditos han tratado muy mal al pobre lobo, que quería ser bueno pero no le han dejado. La mayoría de ellos acaba hablando de los animalitos que conoce y lo bien que los tratan ellos mismos.

Me flipa comprobar cómo discurren y lo orgullosos que se sienten de sí mismos cuando han averiguado ellos solos algo que para ellos era tan difícil de entender a priori :)

Para mí es principalmente un libro divertido, sobre todo si le echas teatro y haces como si realmente estuvieras en el circo y anunciaras cada acción realizada con el pobre lobo; pero también es un libro con el que poder reflexionar de alguna forma sobre el maltrato animal, elemininando la necesidad de hacerlo de manera explícita. Yo no hablo en ningún momento de que en los circos se maltrata a los animales, no hace falta porque la historia lo deja claro de manera implícita. Me encanta el equilibro que se genera entre lo divertido y lo didáctico, y sobre todo que la parte didáctica no sea muy evidente, porque la literatura está hecha principalmente para crear belleza y disfrutar.

Tengo un par de libros más de la autora (y otro en camino, que he comprado en inglés de segunda mano, de ésos que vienen de bibliotecas que liquidan su stock, ya os lo enseñaré aunque sea por redes sociales), que también me parecen chulísimos: «Perros» y «¡Un huevo con sorpresa!». Os los enseño también porque sé que os gusatarán.

«Perros» es un libro muy muy sencillo en apariencia. El narrador nos cuenta simplemente que le gustan mucho los perros. Todos ellos: los pequeños y los grandes, los que ladran mucho y los silenciosos, los lentos y los veloces… de esta manera, va clasificando a los perros en dos categorías que nos pueden vienen muy bien para trabajar las agrupaciones y los adjetivos.

Hasta que él mismo se pregunta qué tipo de perro es el que más le gusta… y tras dudar un momento, tiene muy claro que los que más le gustan son aquellos que no le persiguen, porque el narrador, que la mayoría hemos imaginado por defecto hasta ahora como una persona, ¡resulta ser un gato!

Digo que es sencillo sólo en apariencia porque para los niños no siempre es fácil entender este cambio de perspectiva que a los adultos nos cuesta tan poco. Pero, de nuevo, con las preguntas adecuadas, lo entienden a la perfección y les hace mucha gracia.

Además, las ilustraciones son adorables. Los niños van eligiendo sus perros favoritos, ni siquiera les hace falta que se lo plantee el narrador, como es el caso xD Y por supuesto, ¡ya tenemos conversación sobre los perros que conocen para rato! :P

Y «¡Un huevo con sorpresa!» trata de un pato que se siente un poco triste porque es la única ave del lugar que no ha puesto un huevo.

Es fácil entender por qué, puesto que se llama Pato y no Pata, y además se refieren todo el rato a él en masculino. Aún así, da un poco de penita el pobre, la verdad. Pero, se encuentra un huevo muy grande y además con lunares verdes. Es un huevo muy raro y las demás aves se ríen bastante de él, pero para Pato es el mejor del mundo mundial.

Llega el momento en que van eclosionando todos los huevos…. excepto el de Pato, quien espera pacientemente mientras teje una ya larguísima bufanda. Y entonces viene un momento de lo más divertido, puesto que de repente en lugar de salir un patito del interior del huevo (como todos los niños esperan, sin importar lo gigante que sea el huevo xD), sale un cocodrilo (algo que podemos aprovechar para explicar que tanto las aves como los reptiles son ovíparos), asustando a todas las aves menos a su flamante mamá, que no sólo no le importa que el cocodrilo sea de otra especie animal y además bien distinta a la suya, sino que además parece muy contento con el resultado.

De nuevo, es una historia que da para hacer teatro, y además mucho y divertido. Yo me pongo muy triste cuando veo que Pato es el único que no ha puesto un huevo; grito cada «crac crac» cuando eclosionan los huevos y paso lentamente la página para darle mucha emoción; me pongo supertierna cuando hablo de cada cría que ha visto a su mamá por primera vez… y todo eso hace que la lectura del libro sea todavía más amena y divertida, y por supuesto a mis alumnos les viene genial para entenderla, directamente xD

Las diferentes pestañas que hay que pasar como pequeñas páginas están muy bien diseñadas para que los niños crean que saben qué va a pasar en cualquier momento. Y las acuarelas son chulísimas, a la vez de, en muchas ocasiones, graciosas por sí mismas, a parte de la historia.

Y no tengo más libros de Emily Gravet que enseñaros… por ahora xD

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