El otro día en la biblioteca encontré un libro que no conocía pero que me llamó mucho la atención tanto por el título como por la portada:
Y, efectivamente, tiene páginas, letras, portada, contraportada… no es un título engañoso, es un libro. Yo lo llamaría incluso «metalibro», porque es un libro sobre un libro.
3 personajes: un asno, un mono y un ratón. Humanizados pero de trazo sencillo.
Y un tema que parece tonto pero que me parece muy acorde con los tiempos que corren: el asno no sabe lo que es un libro, pero tiene curiosidad, y el oso, con mucha paciencia, le muestra la sencillez de su uso, que el asno comparará en todo momento con el de las tecnologías que usamos en la vida diaria.
En algún momento, el mono muestra su desesperación… ¿a que es muy expresivo?
Me encanta cuando la curiosidad lleva al asno a dejar a un lado su ordenador y tratar de explorar el libro, así, como quien no quiere la cosa…
Pero el pobre asno no contaba con que los libros… ¡enganchan!
Al final parece que decide leerlo entero, porque no lo quiere devolver siquiera… la cara del mono, resignado, es ya un poema.
Y cuando ya parece que el asno ha entendido por fin la sencillez y la grandeza de los libros…
Menos mal que aquí está el ratón para sacar al mono una sonrisa.
La verdad es que me sorprendió muy gratamente. Me he enamorado de los personajes (no me digáis que un mono con ese pequeño sombrero en la cabeza no es para que te entren ganas de achucharlo!), y, como digo, se trata el hecho de la lectura desde un punto de vista muy actual, y además en clave de humor.
Un libro de la editorial Oceano Travesía que te arranca más de una sonrisa, que se presta muchísimo a escenificarlo y pasarlo en grande haciendo de asnos, monos y ratones, y que nos invita a reflexionar sobre eso mismo que el asno está descubriendo: el maravilloso hecho de que un libro pueda ser tan sencillo y tan atractivo a la vez. Qué paradoja, ¿verdad? No dejemos que los niños olviden (o no lleguen a conocer) la magia que esconden estos pequeños tesoros.
Si amas los libros, te sentirás identificado con el mono, ¡seguro!
Por último deciros que he descubierto que también existe una versión para más peques: «¡Es un libro bebé!», donde los mismos personajes llevan pañal y divagan sobre el mismo tema, aunque probablemente desde otra perspectiva menos del mundo adulto. Libro d cartón, formato más manejable… Esta versión, y sobre todo compartirla con los más peques, tiene que ser genial ;)
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Entre Actividades Infantiles 
Bonito descubrimiento! Me lo apunto porque me encantan los libros que nos hacen reflexionar sobre ciertos aspectos de nuestra sociedad. Además son ideales para ir despertando el sentido crítico de los más pequeños.
¡Exacto! Y eso es mucho más importante de lo que parece. Incluso diría que es el objetivo principal de la educación. Me alegro que te haya gustado, Judith! ;)
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En la biblioteca encontramos primero el de bebe y nos reímos mucho. Ella tenía unos 2 años y ya «leía» aunque el abuelo no la entendiera nada… y ver como estos animales no sabían lo que era un libro la hizo mucha gracia. Lo representábamos en casa, yo hacía de inculto, y decía las cosas que dice el burro y ella NOOO!!! a veces me las inventaba porque no las recordaba y ella se reía mucho viéndome intentar usar el libro de mil maneras diferentes…No hay nada como ser un poco payasa para motivar al niño.
¡Qué bonito es que tengan pasión por la literatura antes de poder leer! Me encanta la idea de representarlo e inventar nuevos argumentos, porque la verdad es que es un libro que se da a ello y además suena divertidísimo, me encantaría veros jugar así! Y suscribo totalmente lo de hacer el payaso, me encanta hacerlo, a mis alumnos también y me lo paso bomba :) Un abrazo!