Libros chulos: Tetas

Hace dos navidades los Reyes (o una buena amiga, quién sabe) pensaron que me había portado taaaan bien que me merecía tener Tetas por Navidad. Contra todo pronóstico, no recibí un vale por una operación de cirugía estética, sino un libro. ¡Para niños!

Efectivamente, como ya dije, soy una enamorada de la literatura infantil, y uno de los pocos ejemplares que tengo la suerte de atesorar es éste que inaugura la sección de libros chulos:

Como a mí, se nota que al autor también le gusta llamar a las cosas por su nombre.

Tetas forma parte de una colección de libros llamada «El mapa de mi cuerpo» de la editorial Media Vaca, todos ellos escritos e ilustrados por el japonés Gechiro Yigyu. Dentro de esta misma colección podemos también leer sobre agujeros de la nariz, plantas de los pies, dientes, costras y ombligos. Vamos, las partes del cuerpo que toda colección sobre el cuerpo humano que se precie debería tener. Queda claro que la intención es hablar de cosas que realmente despiertan la atención de los niños, y puedo segurar que lo hacen sin tapujos.

Seamos sinceros, a todos nos llaman la atención las tetas, son importantes tanto para los hombres como para las mujeres, y no te digo ya para los bebés. Así que no veo por qué no vamos a hablar sobre ellas a los niños. Tetas lo hace de una manera divertida y sobre todo directa, ya no sólo porque no dé absolutamente ningún rodeo a temas o términos tabú (no tiene ningún problema en decir, por ejemplo, que las mujeres tienen las tetas grandes), sino porque se dirige directamente a los lectores: los niños.

Tetas no destaca por sus ilustraciones. O sí, porque son tan sencillas que parecen caricaturescas. A mí me parecen muy graciosas. Aunque el valor de esta obra es la perfecta combinación de humor, ternura y respeto. Tetas le da mucho valor a la lactancia, a la relación mamá-bebé, y a la propia mamá que come muy sano para que su leche sea lo más nutritiva posible. Además no faltan los contenidos en forma de datos absolutamente cristalinos. Y al final del libro hay una página dedicada a los niños que no han mamado de su madre, para que entiendan que no son peores ni menos queridos por ello.

Sí le encuentro algún defecto, y es que en esa página final no se habla de las mamás que decidieron no dar de mamar a su bebé, sin que fuera un problema fisiológico o farmacológico, pero bueno, eso es fácil de abordar con la posible conversación que surja a partir de la lectura de esta bella (a su manera) obra.

Yo tengo la edición en tapa dura, pero creo que también existe en tapa blanda (aunque el precio es casi el mismo), y me encanta. Totalmente recomendado para todos aquellos niños a los que les guste la diversión y la verdad. Por tanto supongo que a todos ;)

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